Chas!

anitaA mi me hacía falta una Ana en mi vida para ir cerrando un poquito más mi propio círculo de casualidades. Y así llegó ella, de improvisto y en Madrid.

A ella le cuesta distinguir la izquierda de la derecha, quizás por que todavía se está abriendo camino. Cuando se ríe hace que las cosas se levanten del suelo, y sin quererlo has llegado a otro punto de la habitación donde ella te vuelve a sorprender. Tiene una melena que lo envuelve todo y que envidio sin ocultarlo. Le gustan los dibujos infinitos y laberínticos que siempre vuelven para mí a un mismo punto, sus ojos. Que no le falte un sanwich de jamón y queso, unas bambas blancas y un cuarto bien limpio. Puede bailar durante más horas seguidas que yo y eso me jode, pero en el fondo la hace la pareja nocturna perfecta. Tiene una belleza muy suya, para dentro, tan tímida que todo se torna invisible a su alrededor, menos tú, por que ella si escucha. Habla casi tanto como yo y aunque a veces todo se le vuelva ruido se inventa bases para cuadrar ejércitos de ideas.

Y quizá todo se quede en un bonito sueño o en una casualidad, quizá estos esbozos se me borren con el tiempo y sus trazos se vuelvan gruesos y no pueda entenderlos más, pero ahora que Madrid te ha puesto en mi vida quiero decirle al mundo que vivan las casualidades de 3 letras, los ojos verdes y tu melena al viento.

Felicidades Ana!

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